lunes, 17 de febrero de 2014

Su olor

Creí haber cerrado la ventana.
¿Dónde te has metido?
Lo que no puede ser es que te vayas así, de repente, sin decir nada.
Yo si quieres te mojo los labios, con algo dulce o con agua, lo que tú prefieras.
¿Ya no quieres dormir debajo de mi almohada?
Es una lástima.
Con lo que le gusta a mi piel murmurar palabras desconocidas en sueños.
Y a mí esconderme debajo de la cama para esperarte por la mañana.
No importa.
Esperaré un poco, y luego, más tarde, cerraré la ventana.
Entonces seguro que ya has vuelto.
Y me harás cosquillas.
Y nunca podré devolvértelas, pero me reiré mucho, mucho.
29 de agosto de 2006

 

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