Tanto miedo para nada.
No hubo tercera rotura
y nunca la habrá.
Has vuelto a llegar
con un cargamento de cristales
pero ahora son blindados.
Estoy tranquila,
porque ya nada va a romperse.
Por primera vez me sonreíste
en el momento exacto
en el que estaba pensando
que era eso lo que necesitaba.
Eso y nada más.
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