sábado, 14 de marzo de 2015

La fuente de la que siempre beber

Me aferro a tu cuello. Toda la sangre de tus venas es poca para mí. Tiro al suelo el reloj de muñeca. Todo me sobra para vivir en bucle en este déjà vu casual. Es tu piel la que irradia la energía que yo me encargo de absorber. Todas las sensaciones que conoces vienen después. Te has convertido en la fuente de la que siempre beber. Eres el único que sacia mi sed.

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